La AECT Hospital de Cerdanya defiende en Vigo la singularidad y el potencial de los territorios transfronterizos
El director general del Hospital de Cerdanya, el Dr. Xavier Conill, reclama un reconocimiento institucional real por parte de los Estados y de la Unión Europea, y defiende que el estatuto de los trabajadores de las AECT puede ser el modelo de futuro para la movilidad profesional en las fronteras.
Los días 3 y 4 de junio ha tenido lugar en Vigo el tercer encuentro de las Agrupaciones Europeas de Cooperación Territorial (AECT) ibéricas, una cita que ha reunido a representantes de las principales entidades de cooperación transfronteriza de la península. En representación del Hospital de Cerdanya, ha participado su director general, el Dr. Xavier Conill, quien ha intervenido activamente en los debates sobre el rol institucional de las AECT y los derechos de los trabajadores transfronterizos.
Las jornadas han abordado cuestiones clave como la necesidad de desarrollar un estatuto específico para los profesionales que trabajan en estos espacios fronterizos, a menudo sometidos a vacíos legales o solapamientos normativos. En este sentido, el Dr. Conill ha defendido que "el estatuto de los trabajadores de las AECT puede convertirse en un modelo para el futuro estatuto de los trabajadores transfronterizos", e insistió en la importancia de garantizarles estabilidad, derechos sociales y reconocimiento institucional para consolidar una cooperación real en las fronteras.
La AECT Hospital de Cerdanya ha aportado al debate ejemplos concretos de su experiencia como hospital binacional, como las dificultades para compartir datos clínicos entre Estados, los problemas de doble fiscalidad o la falta de encaje administrativo de los órganos de gobernanza compartida. "Es muy relevante la unanimidad entre las AECT ibéricas sobre la necesidad de que las regiones, los Estados y Europa reconozcan y desplieguen instrumentos que nos permitan avanzar como núcleos centrales de la gobernanza y la gestión compartida de la cooperación territorial en los espacios transfronterizos", afirmó Conill, subrayando que "somos organizaciones muy cercanas a los ciudadanos para construir una Europa más cohesionada".
Desde Vigo, las AECT ibéricas han reclamado a los Estados miembros y a las instituciones europeas un apoyo más firme, no solo político sino también jurídico y económico, para unas estructuras que, pese a las dificultades estructurales, se han demostrado eficientes y esenciales para garantizar servicios públicos en territorios compartidos.