20 años de diálisis

Este 26 de mayo se cumplen 20 años del inicio de los tratamientos de hemodiálisis en la Cerdanya. A través de alianzas con la Fundación Althaia de Manresa, la Fundación Hospital de Puigcerdà primero y desde 2014 el Hospital de Cerdanya, ofrecen a los enfermos renales de la comarca la posibilidad de tratarse sin tener que desplazarse >>

Eliminar el desplazamiento supone una mejora de calidad de vida muy importante para las personas sometidas a tratamiento sustitutivo renal y sus familias, que se ahorran tres horas de desplazamiento y cuatro de tratamiento, tres días por semana. Los desplazamientos los realizan los profesionales de Althaia: una nefróloga y dos o tres enfermeras, en función del volumen de actividad. Este equipo integra también a una auxiliar de enfermería, del Hospital de Cerdanya, y cuenta con el apoyo del servicio de medicina interna del transfronterizo.

La posibilidad de realizar cerca del domicilio un tratamiento del que depende su supervivencia mejora mucho la calidad de vida de los pacientes dializados. "Las hemodiálisis han mejorado mucho con los años, pero no debemos olvidar que obliga al cuerpo a realizar en 4 horas el trabajo que haría en 24 y eso supone una cierta fatiga. Es mucho mejor para los pacientes poder hacer el procedimiento cerca de casa", dice la doctora Isabel Naval, nefróloga de Althaia que se desplaza a Puigcerdà semanalmente desde hace años, para asegurar el servicio.

Hemodiálisis transfronteriza y atención personalizada

La unidad de diálisis del Hospital de Cerdanya atiende a los pacientes crónicos del territorio, que actualmente son 12, de los cuales 5 franceses. En épocas vacacionales una media de 4 ó 5 pacientes suplementarios reciben también tratamiento en Puigcerdà.

Las características únicas del transfronterizo presentan cierta complejidad de gestión, que recae pricipalmente en el personal de enfermería. Sin embargo, las enfermeras del servicio coinciden en considerar que esta complejidad no se traslada al paciente, porque "los protocolos clínicos son iguales en todas partes y el enfermo no percibe diferencia alguna". Por otra parte, el volumen relativamente pequeño de pacientes es considerado por las enfermeras como una ventaja, porque permite un tipo de seguimiento continuado de estos pacientes crónicos, que no es posible en hospitales de más envergadura. "Conoces a los pacientes y cuando los ves llegar sabes inmediatamente cómo se encuentran ese día. Esto permite un trato muy personalizado y es un lujo", afirman.

Instalaciones de última generación

Los tratamientos de hemodiálisis se realizan en una sala dotada de 12 monitores que permiten realizar tanto la técnica de hemodiafiltración como la hemodiálisis convencional. Las instalaciones en el Hospital de Cerdanya, nuevas y situadas junto al Hospital de día, representan una mejora respecto de la situación anterior, muy apreciada tanto por las profesionales como por los pacientes.

20 años de experiencia

A lo largo de sus veinte años de funcionamiento, el servicio de hemodiálisis ha atendido a 237 enfermos con insuficiencia renal crónica domiciliados en la Cerdanya, de los que 23 han sido trasplantados, y a 140 itinerantes.

La única persona que ha estado todo este tiempo en el servicio es Elena Gálvez, auxiliar de enfermería. Ella es la primera en llegar; prepara la sala y realiza el traspaso de la información relacionada con los pacientes del día al equipo que se desplaza desde Manresa. Es su responsabilidad garantizar que todo está listo para empezar la sesión en el momento de la llegada de los pacientes. Elena es una firme defensora del papel de la auxiliar en el equipo de hemodiálisis y transmite este celo a las futuras generaciones en una de las actividades relacionadas con el servicio; la colaboración con el Instituto Pere Borrell, que consiste en una formación sobre la insuficiencia renal, y una visita al servicio por parte de las alumnas del ciclo formativo sociosanitario.

Otras actividades asociadas con el servicio de hemodiálisis son el apoyo a pacientes en diálisis peritoneal (modalidad que realiza el propio paciente en su domicilio) y la consulta externa de nefrología. En la consulta externa, también a cargo de la doctora Naval, se visita a pacientes con varios tipos de patologías renales; entre ellos están los que, eventualmente, podrán ser candidatos a la hemodiálisis. Poderlos tratar y orientar desde el propio hospital, antes de que inicien el tratamiento, garantiza una continuidad de la asistencia que beneficia tanto al usuario como a la planificación del servicio.

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